La crisis del coronavirus ha modificado la vida cotidiana en casi todos los núcleos urbanos del mundo. Unos cambios que, lejos de ser puntuales, posiblemente transformen la forma de pensar, diseñar y habitar las ciudades en el futuro no muy lejano.
En el momento actual de la pandemia, el mayor cambio al que se han tenido que enfrentar autoridades y ciudadanos es la distancia social. Solo con medidas profilácticas y aislamiento es posible llegar a controlar el contagio de la población. Sin embargo, la falta de certezas sobre el virus y su posible evolución han afectado al ánimo y el comportamiento de la personas.
La pandemia de COVID-19 ha transformado nuestras vidas y tendrá repercusiones significativas y duraderas tanto en la sociedad como en la industria, muchas de las cuales seguramente influirán en la forma en que abordamos el diseño de nuestros edificios y ciudades. Durante las últimas semanas, el equipo de Diseño Urbano de Foster + Partners ha estado explorando cómo los desarrollos recientes y rápidos en la planificación urbana, instigados y alentados por la crisis actual, afectarán y darán forma al futuro de Londres y otros en todo el mundo.
Centros intercomunales para que trabajadores puedan cumplir sus horas laborales de manera remota; horarios de ingreso diferenciados; y aplicar una tarificación vial a automóviles particulares son algunas de las medidas que contempla el trabajo ‘Ciudades Post COVID-19’, del ingeniero de la Usach Francisco Morales-Peña.
UN-Habitat is responding to a growing volume of requests from both national and local governments to help them prepare for, prevent, respond to and recover from the COVID-19 pandemic. Building on more than 40 years of urban experience, much of it in humanitarian situations, we are focusing on the city-level response to the crisis.
Ciudades de todo el mundo, incluyendo las Ciudades creativas de la UNESCO, se han visto afectadas por el brote global del coronavirus (COVID-19). Más que nunca, en un momento tan difícil, el poder de la cultura y la creatividad deberían aprovecharse para fortalecer la cooperación entre las ciudades y reforzar los vínculos entre las personas y las comunidades.